Fomentando la actividad física y deporte: combatiendo la obesidad epidemia que se nos avecina

Por: María de Lourdes 'Luly' López-Fundadora de Producciones PIVE  


¿Sabías que...enseñar patrones saludables en la temprana edad es importante porque los cambios con la edad son más difíciles de modificar. El comportamiento que envuelve la actividad física y nutrición son la piedra angular que previene la obesidad en los niños y niñas y adolescentes. La familia y la escuela son las dos conexiones más críticas en proveerles el fundamento de estos buenos comportamientos. ¿Cuántas veces ha escuchado esto? 

¡NO TENGO HAMBRE, PERO… “QUIERO PAPITAS Y UN REFRESCO”… O UN CUERITO CON LECHÓN… 

Los familiares son lo modelos que le darán sentido a las vidas de sus hijos(as). Los resultados de una encuesta que realizó la Asociación Americana de Obesidad determinaron que:

Un 94% sabe que los patrones de alimentación se establecen en la temprana infancia y que estos serán parte integral de su dieta adulta.

Un 78% cree que el programa de educación física y el receso no se debe reducir o reemplazar con clases académicas.

35% de los padres y madres evaluaron los programas en la escuela, para enseñar buenos hábitos de nutrición y actividad física para prevenir la obesidad, como ¨pobres¨ ¨no existentes¨ o que no sabían.

Un 30% está preocupado con el peso de sus hijos(as).  

Comparando sus hábitos de alimentación en la adolescencia con las de sus hijos(as), el 27% indica que estos comen más comida chatarra y un 24% piensan que son más inactivos físicamente. Esta tendencia a la vida sedentaria y pobre nutrición ha incrementado el colesterol alto, la diabetes tipo 2, la hipertensión, el sobrepeso, problemas ortopédicos, issues sicológicos y siquiátricas tales como pobre autoestima, depresión, retraimiento, despego de sus pares y alergias a alimentos en la niñez que son factores de riesgos.

Un 12% entiende que su hijo(a) está sobrepeso.

Entre 6 temas escogidos de lo que ellos piensan que es el mayor riesgo para que sus hijos(as) tengan una mejor calidad de vida y salud, 5.6% seleccionó el sobrepeso o la obesidad. La mayoría escogió el alcohol (6.1%), enfermedades transmitidas sexualmente (10%), fumar (13.3%), violencia (20.3%) y drogas ilegales (24%).

En términos de su comportamiento, 61% dijo que No sería muy difícil cambiar sus hábitos alimentarios y/o sus patrones de actividad física si esto previene la obesidad en algunos de sus hijos(as). 

Lo que significa que los padres y madres comprenden la importancia de la actividad física, los beneficios de un buen programa de educación física y alimentación en las escuelas pero desconocen programas y datos que prevengan la obesidad en los niños y niñas.  

PREVALENCIA E IDENTIFICACIÓN 

En Puerto Rico el 59% de nuestros niños y niñas están sobrepeso. El cuestionario llamado ¨Youth Risk Behaviorial Surveillance System¨, conducido por el Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) estableció que en los estudiantes de 9no. a 12mo grado.

Más hombres (17%) están sobrepesos que las mujeres (14%) y obesos (12% hombres y 8% mujeres)

Más afroamericanos 22% estaban sobrepeso que blancos (14%)

Más afroamericanas e hispanas mujeres (23 y 18% respectivamente) que mujeres blancas (12%).   

A continuación presentamos algunas notas que podría ser importantes a considerar para continuar batallando y educando para prevenir la gran epidemia que se nos aproxima, si no actuamos con prontitud.

La nutrición tiene un efecto directo en la salud y el desarrollo físico, mental y emocional de los niños, y por ende, en los procesos de aprendizaje. Estudios muestran que la niñez que no consume desayuno en la mañana está más propensa a tener problemas de disciplina, dificultad en aprender y estar menos alerta.

 El consumo regular de azúcar refinada produce déficit de las vitaminas del grupo B y de calcio promueve las caries y debilita los huesos. Se ha comparado con las reacciones que produce la cocaína pues puede causar también depresión y es adictiva.

La sal consumida en exceso afecta el balance del agua en el cuerpo, los riñones y se relaciona con la hipertensión.

Las grasas durante la infancia y la niñez son importantes para el desarrollo del cerebro? Posteriormente se necesita consumir poco. En lugar de nuestros niños consumir grasas en alimentos altamente procesados, pueden obtenerlas mediante el consumo de nueces, productos lácteos y carnes horneadas o guisadas preferiblemente.

La cafeína es una sustancia tóxica que se encuentra en los refrescos carbonatados, el café, el chocolate, algunas medicinas y el té. Es un estimulante que finalmente lo que hace es agotar el sistema nervioso.

Los refrescos carbonatados contienen más cafeína que una taza de café. Contienen ácido fosfórico, el cual causa acidez en la sangre.

El chocolate contiene una sustancia llamada teobromina, la cual afecta el sistema nervioso y los vasos sanguíneos. Con frecuencia los productos que contienen chocolate tienen azúcar.

Preservativos son sustancias químicas o naturales que se agregan a los alimentos para que no se dañen. Algunos, como la vitamina C, no son nocivos.

Aditivos son sustancias químicas o naturales que se utilizan para realzar el sabor, color o textura de algún alimento. Algunas de estas sustancias son nocivas para la salud.  

El Síndrome del Restaurante Chino: Se refiere a las reacciones que pueden experimentar algunas personas al consumir comidas en restaurantes chinos donde han sazonado con ajinomotto o glutamato monosódico. Entre las reacciones están: resequedad en la boca, cansancio y sueño. Es parecido a la reacción que se produce después de ingerir un alto contenido de alcohol.

Los colorantes: Sus efectos en algunos niños(as) pueden relacionarse a cambios en el comportamiento, erupciones en la piel, irritación en áreas sensibles del cuerpo, mucosidad o aparente catarro. 

Dos factores, entre otros, que interfieren con una buena nutrición son: El modelaje inapropiado de los adultos y los anuncios televisivos dirigidos a la niñez con 388 anuncios revisados en una semana, 82 por ciento promovían el consumo de alimentos altos en azúcares, grasas, colorantes y aditivos.

UNA DIETA APROPIADA INCLUYE: 

hidratos de carbono para suplir energía

minerales para la formación de huesos, sangre y la función del sistema nervioso

vitaminas para regular el metabolismo y tomar energía de la comida digerida

proteínas para la formación de tejidos, hormonas, anticuerpos y el crecimiento

De mayor a menor, la dieta debe incluir cereales, vegetales y frutas, productos lácteos, carnes y granos secos, y por último, grasas y azúcares

CREAR UN AMBIENTE MÁS ACTIVO 

Hacer que toda la familia se envuelva en alguna actividad física regular como caminar, nadar, patinar, jugar tenis, handball, kajakear, entre otras. 

Limitar la cantidad de tiempo que pasa viendo la televisión o jugando en la computadora.

Planificar actividades especiales como ir de camping, ¨rapelling, caminatas por los bosques, días familiares Festivales en los diferentes pueblos de la Isla.

Iniciar o inscribirse en un programa en su comunidad tales como Centros Deportivos, Puerto Rico en Forma, caminantes, ligas de deportes y actividades recreativas.

Asignar responsabilidades en la casa a cada miembro tales como limpiar el patio, lavar el carro, barrer, mapear, limpiar los muebles, etc.

Inscribir a su hijo o hija en actividades estructuradas que sean dirigidas por especialistas en movimiento.

EXIJA EN LA ESCUELA PROGRAMAS DE EDUCACIÓN FÍSICA, RECREACIÓN Y SALUD DE CALIDAD DIARIAMENTE. 

RECOMENDACIONES PARA PROMOVER BUENOS HÁBITOS ALIMENTARIOS

Comer en familia en horas regulares y hablar de la comida (sabor, olor, color, textura).

Cocinar con los niños e involucrarlos en la planificación de sus meriendas.

Ofrecer alimentos nuevos, junto con alimentos conocidos 

NO OBLIGAR A COMER y si su hijo muestra signos atípicos de que no come consulte un profesional de la salud.

Sugerir probar alimento nuevo, solo probarlo y si no le gusta cocínelo de otras maneras.

Evite otras actividades mientras están comiendo como ver televisión, jugar con la computadora, correr por el espacio, etc.

No utilizar comida como recompensa.

Limitar la frecuencia una vez a la semana del ¨fast food¨.

 MERIENDAS SUGERIDAS 

Implemente la misma dieta para toda la familia que incluya frutas tropicales y pedacitos de queso, frutas secas, yogur sin sabor con pasas o frutas y sazonado con miel, pure de manzana sin azúcar, galletas integrales, nueces con pasas, emparedados de atún o de huevos con poco de mayonesa, plantillas de maíz con queso, refrito de habichuelas, guacamole o tomates picados, cereales sin colorantes (“honey oats”, “rice crispies”, maíz...) , entre tantos otros alimentos bajos en grasa, (evite las trans-fat) y azúcares.

BEBIDAS

Agua, leche baja en grasa

Jugos que sean 100 por ciento sin azúcar (piña, uva, manzana). En segunda instancia, se recomiendan los néctares porque contienen azúcar. No se recomiendan las bebidas de jugo, ya que contienen agua, azúcar y solo un diez por ciento de la fruta. Estos vienen empacados generalmente en envases plásticos o de cartón. Se deben consumir muy ocasionalmente.

Referencias: Página Cibernética (2006). American Obesity Association. Morán, M.C., (2006). Nutrición en la niñez temprana. Publicado en Boletín Pedagogía al día, UPRB Santini, M. & López, L. (2005). Juego y movimiento en el nivel elemental y adaptada. Colombia, Publicaciones Puertorriqueñas.López, M.L. & Santini, M., Guía Educativa APREMIA. Editorial PIVE, Julio 2013.